Hay lugares donde nos sentimos seguros, y sin embargo puede ser que no lo estemos. Esa es la lamentable conclusión de un recorrido que hicimos junto a un profesional autorizados para portar armas. Con él sometimos a prueba los controles de seguridad en distintos puntos de relevantes de acceso público, como casinos, estaciones de Metro de Santiago, y al hasta el mismísimo Centro de Justicia.